
Doctor: en el futuro ¿podremos vivir con un paciente bipolar?
Autor: Por el Dr. Cecilio Barak
Hoy, voy a tomar un tema difícil y complicado.- El otro día, caminando con un grupo de personas que me acompañaban a visitar el museo de la Shoá, una mujer joven, con una seña me llevó a un costado, para decirme con tristeza que tiene un hijo de 15 años, que después de un tiempo de llevar una vida linda y común, me dijo que quisiera que yo le escriba una carta sobre este joven adolescente, que automáticamente entra en un cuadro depresivo y triste y pasado un tiempo cambia ese estado por una época de semanas de euforia y alegría.
A usted doctor que me ayudó tanto, que tiene tanta práctica y enfrenta todos los temas psíquicos y no psíquicos, le pediría me aclare que es esto de “síndrome bipolar”.
Diana (Tel Aviv)
La evaluación de muchas personas con el síntoma depresivo nos revela en las últimas estadísticas que “el síndrome bipolar” es un problema de mayor importancia dentro del mundo de los cuadros patológicos depresivos, al que se le agrega la tristeza como un signo muy demostrativo del síndrome bipolar y que si uno, como médico, lo deja estar, puede hacerse conocer por otro término que es la “hipomanía” o síndrome bipolar, porque es un desorden que ocurre dentro de los primeros cinco o seis años de edad, con un cuadro depresivo manifestado por el chiquito y que pasado un tiempo puede ser un cuadro de depresión que pertenece al cuadro del “síndrome bipolar”. Porque resulta que basta una época de tristeza y con padres histéricos, el modo y la desviación del desorden puede presentarse más tarde.
Es por eso, Diana, que seré muy estricto el referirme en esta carta el problema tan difícil y que uno lo deja pasar a veces, a esa edad propia de cambios de personalidad.
Yo dije episodios y me refiero al paciente con un cuadro típico y claro de desorden bipolar, que trae depresión, cambio de humor y muchas veces trae lo opuesto a la depresión: un exceso de actividad y una vivencia no común de funciones contentas y alegres, que recién la madre de este pequeño confiesa y dice que los médicos que vieron al nene le dijeron se trataba de “un desorden bipolar” y que se repiten varias veces en el año, con un comienzo y una terminación, desconocida aún, para los padres.
No es raro tener en casa a un adolescente con un cuadro bipolar, a quien ya visto por un neurólogo repetidas veces, se le puede definir como un niño travieso y de temperamento evolutivo o como ya lo tan conocido, “niño hiperactivo”.
El paciente bipolar, Diana, es un desorden que trae por un lado la depresión o la alegría, alternando, de allí el nombre que hoy se le da, “bipolar”, que comienza después de los cinco o seis años con un cuadro de excitación o maníaco, durante el cual ese pequeño canaliza la depresión como preludio de una manía o un cuadro depresivo, que un médico inteligente y experiente lo puede distinguir, si se ocupa y consulta a un colega psiquiatra.
El desorden bipolar aparece como un episodio de depresión alternativa, alternando con la hipomanía, período de cambios de humor, y la necesidad tremenda de pedir la cama, porque se siente apático, desde el punto de vista psicosomático, con altibajos de buen humor, de tristeza y de actividad psicomotora, con actividad superlativa, debido al crecimiento de la etapa de buen humor y muchas veces ocurre, Diana, que el cuadro este es inducido por factores genéticos que tocan tempranamente a la mañana en un chico que aparentemente nos daba la impresión de normalidad.
Este insomnio, y este estado de hipertensión que lo caracteriza, no hace más que acertar en el diagnóstico, porque, Diana querida, este descenso del apetito ocurre dentro de esta etapa depresiva que yo menciono.
Algunos pacientes muestran un decaimiento en la actividad, son maníacos únicamente durante estas semanas de depresión.
Es importante el tratamiento médico
Unicamente con tratamiento médico, y entendimiento del drama que vive la familia, podemos entender este período de adaptación sin solución, porque está asociado a la energía superlativa, a la confidencia y a la superioridad social que entraría a funcionar.
Muchos pacientes con experiencia elevan el humor virtual con la acción de algún producto que el médico de familia receta. Si se hace un estudio en presencia de los padres y sin disminuir el número de síntomas, cuando aparece el cuadro impulsivo y las escapadas sexuales, es cuando el medico y tú, Diana, y tu esposo, deben estar presentes.
A los pacientes con un mayor número de cuadros depresivos y episodios tristes, se le agregan la historia bipolar no vista y no diagnosticada. Tienen que vivir tendencias y temperamentos con ambiente, con escapadas nocturnas y con bailes y música nocturna.
Los síntomas de la depresión del enfermo bipolar pasa por una faceta depresiva similar a la depresión unipolar, a la común a la de todos los días, excepto en el retardo sicótico y el caso extremo de hiperactividad en la mayoría de los casos, permitiendo en tu casa el exceso de la música con tonos excesivos y alegría nocturna.
La psicosis maníaca de estos pacientes tiene un humor cambiante con irritabilidad y hostilidad que sin saber de donde viene, lo aplica el chico a los 15 años al padre o a la madre, que es es lo común . En una época, en vez de llamarlo síndrome bipolar, decíamos que era un cuadro esquizoide.
Son chicos y pacientes exuberantes que todo lo hacen con exageración, con talento. Se visten así y compran juguetes y más tarde elementos que llaman la atención, la inteligencia y la tenacidad de la palabra en el hablar, en el vestir y en el contar algún episodio. Ellos creen y tienden a convencer a la familia y al médico, que este es el estado ambiental lógico.
Esa falta de “inside“ y la lucha de su capacidad en activar, pueden llevar a un estado peligroso, violento y explosivo, en la casa o en el colegio. Es por eso que es normal y factible que este pequeño que te parecía iba a ser un genio, en cambio hoy vemos que, tratado aún, es perseguido por lo excesivo en sus reacciones.
El tratamiento adecuado en nuestra experiencia es el Lithium en tabletas, como indica el neurólogo, en la dosis y en la experiencia.
Las ideas y las actividades de estos chicos son expansivas y a la larga descubren los hermanos mayores o los padres la franqueza de la charla con el pequeño, del médico y de la familia. El chico, ya paciente, cree que toda esa personalidad agregada, está influida e indicada por elementos extraños.
La necesidad de dormir es importante, los pacientes que pasan a la etapa maníaca son impulsivos y envueltos en varias actividades, sin reconocimiento del grupo social que lo manejaba hasta los cinco, seis o siete años. En su extrema actividad psicomotora es cuando los padres tienen que verlo jugar y tomar en cuenta el humor y el comportamiento, que llega a ser de agitación a tal punto que en el campo médico lo llamamos delirio maníaco, que es lo opuesto a la depresión a veces, porque raras veces vemos la necesidad psicológica de ponerla en practica para darle cierta tranquilidad a la familia, y especialmente a ti, Diana y a tu marido.
Un cuadro difícil para la familia
En muchos estados de pacientes adolescentes puede exagerarse la depresión maníaca, manifestaciones que distinguen el cuadro bipolar del unipolar. El más típico es el ejemplo que permite que la madre joven aún pueda anular en el pequeño su voz gritona, su manía o sus decisiones intempestivas en el período más activo de la enfermedad.
Hemos visto en la práctica de todos los días chicos que jamás han llorado. Hoy, el síntoma psicomotor que nos intranquiliza es la idea y la persecución del suicidio, de alucinaciones, de confusión y de un cuadro mental al que le agregan al cuadro funcional la manía distrófica, es decir, la depresión con síntomas impuestos en un paquete de elementos para su tratamiento.
El tratar las disfunciones maníacas trae en mujeres jóvenes y en personas aun con temperamento depresivo, el apetito sexual y el temperamento pro alcohol y sedativos hipnóticos, que contribuyen en general a un aplazamiento de los estados actuales.
Querida Diana: yo te mencioné la mayoría de los síntomas y signos de este cuadro tan difícil para el paciente y mucho más para la familia, pero tenemos que ser liberales y accesibles, porque no podemos dejar en actividad el deseo de matar, cuando un chico esquizoide y poseedor de un síndrome bilateral se sienta en tu mesa, Diana querida, y menciona aún a escondidas el deseo de matar. Es por eso que yo te recuerdo ahora y te digo que el cuadro del chico bipolar necesita de apoyo farmacéutico, porque es muy difícil estabilizar el humor de él, a esta edad de la adolescencia.
Por eso repito e insisto que el Lithium, aun en dosis bajas y modestas, puede suprimir esta parte tan terrible de la depresión e insisto en decirte que el anti depresivo más efectivo y aceptado es el Lithium, que puede ser de 600 a 1.200 miligramos por día.
Este tratamiento anti depresivo puede comenzarse con una dosis más pequeña, pero te doy una idea de lo que puede dominar la parte desagradable de la depresión y te digo que sí a tu pregunta; con el Lithium puedes quitarle a este pequeño hijo tuyo la parte agresiva de la depresión. Por eso el tratamiento es conocido y debe ser continuado, por lo menos en los primeros seis meses, porque muchas madres están dudosas y suspenden el tratamiento para el bipolar. Por eso agrega a tu lista y a tu terapia que el Lithium debe ser iniciado, después del segundo o tercer episodio bipolar, e insistir en los 500 mgs. de las cápsulas del Lithium hasta ver la anulación de la depresión, tomando en cuenta que al comienzo no veras muchos cambios, pero el Lithium es el producto selectivo.
El problema psicomotor o la aceleración de los estados depresivos y agresivos pueden ser anulados con unas tabletas de Lithium, cuatro veces por día, restableciendo al paciente su quehacer diario.
Querida Diana; te hablé como se habla a una hija, basado en la experiencia que tenemos experiencia en el mundo psiquiátrico, sobre el síndrome bipolar. Quiero también agregarte que la medicación y las charlas tuyas y de tu marido, además de Lithium, es importante y muy preventivo, limitando el uso del fármaco durante los días depresivos.
La hospitalización podría ser efectiva, porque el “borderline” del paciente con el múltiple numero de hormonas predispone al paciente a una rápida y feliz recuperación, especialmente en las mujeres jóvenes de 16 años que estabilizan muy bien el cuadro agresivo con las hormonas y con el Lithium.
Yo cumplo con mi función de médico y de ser humano y te digo nuevamente que la acción “anti convulsiva” vista en estos pacientes desaparece con el Lithium, para bajar la dosis con palabras buenas y con atención familiar buena. Mucha gente que pasa al lado tuyo en Jerusalén o Tel Aviv fueron pacientes con el síndrome “bipolar”, que tú puedes evitarlo si pones voluntad, deseo y dignidad humana.
Te besa tu amigo nuevo, que se llama Cecilio
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