Abás presiona a Netanyahu

Abás presiona a Netanyahu
La Autoridad Palestina está presionando a Israel a aceptar la congelación total de la construcción, tanto en los asentamientos como en Jerusalén Este, entre tres y seis meses, algo que funcionarios israelíes de alto rango comentaron que el primer ministro, Biniamín Netanyahu, no aceptará.

Esta es una idea que el enviado de EE.UU. para Medio Oriente, George Mitchell, espera discutir durante las conversaciones con Netanyahu el próximo jueves. Mitchell, que no visita la región desde principios de noviembre, tiene previsto permanecer hasta el sábado.

Arribará después de dos días de conversaciones en Líbano y, además visitar la AP , se espera que se dirija a Siria durante esta visita.

La convocatoria para la congelación total, incluso en Jerusalén, durante un corto período es visto como un intento del presidente de la AP, Mahmud Abás, para volver a las negociaciones sin daños políticos, ya que ha dicho repetidamente que no reiniciará las conversaciones con Israel antes de un freno total de la construcción.

Netanyahu, quien ya declaró una moratoria de 10 meses, en marcha en los asentamientos de Judea y Samaria, expresó que no estará de acuerdo a las limitaciones de la construcción en Jerusalén oriental.

"Esto no sucederá, porque va contra todo lo que dice y cree Netanyahu" comentó una fuente en la Oficina del Primer Ministro acerca de una presunta congelación, incluso simbólica, en Jerusalén.

Además de estar en contra de la visión de Netanyahu, el funcionario remarcó que una congelación no oficial también sería insostenible, ya que la noticia de un acuerdo informal inevitablemente se filtraría y causaría graves daños políticos al jefe del gobierno.

La Casa Blanca instó a la Autoridad Palestina a regresar a las negociaciones desde que el gabinete aprobó la moratoria el 25 de noviembre, y también ha estado tratando de conseguir que el mundo árabe, especialmente Egipto y Arabia Saudita, alienten a Abás para volver a la mesa.

El ministro de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman, que no aprueba más gestos hacia los palestinos para atraerlos a las conversaciones, remarcó que Israel se vació de su "arsenal de gestos" y que Jerusalén estaba esperando gestos de los palestinos.